Laura Fidalgo: "Siempre salto los obstáculos"
La bailarina Está al frente de "Morocha argentina", un music hall en el que no sólo baila, sino también actúa. Aquí, cuenta cómo la ayudó la tele a llegar adonde está.
Pide disculpas por la velocidad que trae antes de comenzar la entrevista. "Siempre fui así. Tengo mucho acelere, es más fuerte que yo -aclara-. Mirá, te pongo un ejemplo: me robaron hace poco. Rompieron el vidrio de mi camioneta mientras iba manejando y me lastimaron el dedo. No tendría que haberlo hecho, pero forcejeé con el chorro. No paré. Y bueno... agradezco quedar viva".
Laura Fidalgo rocía una generosa cantidad de perfume en manos y brazos. Niñas de cuatro, cinco años atraviesan de la mano de sus padres el vaho aromático y la saludan. En el teatro Broadway, Fidalgo tiene una muestra con sus alumnas de danza. Está pendiente de eso. También de Morocha argentina, el debut de su compañía, escrita y dirigida por Omar Calicchio, que tuvo el año pasado una gira por varias provincias y que finalmente presenta en la calle Corrientes durante el verano.
El Broadway es hace un par de meses un búnker para Fidalgo. "Tuvimos todos los ensayos desde las doce la noche hasta las seis de la madrugada, porque antes estaba ocupada la sala". En cada respuesta, Fidalgo remarca el pergamino del esfuerzo. Piba de Flores, sencilla, frontal, laboriosa. Cualidades que aparecen como una constante en la charla aunque aclara que "no es por marketing. Logré armar un producto por mi forma de ser. Por la transparencia y la sinceridad en lo que hago".
Vinieron a saludarte varias niñas de tu escuela de danza. ¿Qué recordás de tu formación a esa edad?
Siempre fui muy amiga de mis compañeras, muy líder. Iba a una escuela de barrio y empecé a bailar a los cinco años. Tuve una maestra que me boicoteó, porque era muy alta. Pero más allá de eso, pienso que seguí porque era importante mantener ese don para la danza. Si lo tenés, hay que ser muy rigurosa, tener disciplina. Además, mis viejos me hacían disfrutar mucho eso.
Tuviste una familia volcada más hacia el deporte, ¿cómo llegaste al teatro y la danza?
Mi papá fue un gran deportista. Jugó al básquet y fue muy capo en lo suyo. Pero se jubiló como radiólogo. Mi mamá en su momento tuvo una boutique enorme y quedó desestabilizada después del "Rodrigazo". Ella además fue promotora de una marca de cosméticos muy importante. Yo arranqué en la danza por iniciativa de ellos. Era muy inquieta, siempre hacía deportes, bailaba. No paraba y me canalizaron esa hiperactividad para el lado del baile.
¿En qué situaciones te juega en contra toda esa energía?
Cuando todos piensan que todo lo puedo y a veces no doy más. Pero siempre salto los obstáculos. En un momento de mi monólogo en Morocha argentina digo: Me siento un Puma, una rugbier, a la que todo el tiempo la quieren tacklear y esquiva y sigue. Puedo tener miles de inconvenientes, pero lo que sí te afirmo es que siempre llego a la meta y a mi objetivo. Me han lastimado, pero llegué. Eso es porque tengo una gran fe y seguridad en lo que hago. Eso lo destacado siempre frente a las adversidades.Armar tu compañía te brindó la posibilidad de mostrar otras facetas de tu trabajo.
¿Qué te interesó destacar?
Quería que vean mi parte humorística, porque todo el tiempo estoy jorobando, haciendo bromas. Uno de los ejes de mi espectáculo es que me vean la parte cómica, que me dejen de ver como la bailarina armada, dura. Soy una piba hiperactiva, por eso no soy de concentrarme antes de salir a escena en mi camarín. Me gusta que siempre detrás del escenario haya movimiento, alegría. Antes de comenzar escucho música mientras me preparo con mi mate, que es algo infaltable antes de cada función. Hace poco me llamaron para hacer un musical en el Faena donde tenía que hacer de una super- heroína, porque desde afuera se ve que es difícil seguirme el tranco. Soy muy pasional.
¿En qué momento dejaste lo más convencional de tu oficio en la danza y decidiste cambiar tu carrera hacia la revista?
Hace mucho tiempo. Siempre fui bailarina de estudio y disciplina. Pero sólo bailar me aburría. Siempre fui por más, por eso desde mi comienzo laburé de modelo. A la vez, siempre estuve en tele con Tato de América, Good Show, Badía y Compañía. En un momento, en el Maipo, durante el '99 quedé como primera vedette de la obra de Enrique Pinti. Pero siempre busqué algo cómico, más actoral. Pienso que con mi rol como "la vedette" está todo bien, pero cuando pase a otra vida siempre busco que digan "qué mujer", por mis principios. Sé que mi base es la danza, una carrera que no tiene techo, porque siempre tenés que estudiar y perfeccionarte. Sigo estudiando para que el día de mañana digan "qué artista". Deseo que me destaquen como algo que vaya más allá de la vedette.
¿Qué fue lo más costoso para vos en este recorrido hasta lograr tu compañía?
El encasillamiento, que no me dejen probar otras cosas. Yo entiendo todo lo mediático, porque a mí la popularidad me la dio Bailando por un sueño, pero yo estaba en ShowMatch y paralelamente hacía un espectáculo super prestigioso en Puerto Madero. A veces digo: ¿por qué no me dan una tapa? En Clarín y en Gente las tuve en su momento. Pero a veces veo "personalidades" que porque son mediáticas o salen con un productor o van afuera e inventan una historia, les dan una tapa de revista y una difusión tremenda. Por ejemplo, hace unas semanas conectaron el mamógrafo y ecógrafo en la fundación Roffo y lo conseguí sola. Salió 300 mil dólares. Lo conseguí por un donante anónimo. Y para registrar eso no vino ni una sola cámara.
¿No pensás que ese tipo de difusión tiene un costo que se aleja de los códigos que planteás en tu oficio?
Puede ser que tenga un costo, pero yo me quedo con mis códigos, que eso quede claro. Pero la difusión de esas cosas también es parte de la carrera. Mirá, está bueno lo mediático, yo no provoqué lo que pasó cuando me atacaron en Bailando. Lo frené y mandé juicios. Creo que eso también marca mi lugar en los medios.
¿En qué terminó ese enfrentamiento con Sofovich y Flor de la Ve?
Sigo con juicios contra Sofovich y Flor de la Ve porque me han denigrado y faltado el respeto. Yo sigo en pie con mi forma de ser. No transo con eso.
¿Cuál es balance de esa experiencia en "Bailando" más allá de la polémica?
Buenísima, porque más allá de esos malos momentos pude armar mi compañía y salir de gira. Está bueno esa exposición, pero se debe tener una solidez detrás. Cuando yo salí de Bailando... tenía una carrera a mis espaldas.
¿Sin ese plus mediático no tendrías este espacio?
Puede ser. Pero yo pienso que se me dieron las cosas por la tenacidad y la perseverancia que tengo. Yo creo en mí y en la Virgen María de San Nicolás. Eso es lo único que me ayudó para lograr estas cosas. Siento que esto recién comienza.
FUENTE:CLARÍN